January 15, 2020
El primer país en apoyar la creación de un Estado Judío en 1947 fue EE.UU. Y quien inmediatamente le siguió los pasos de reconocer al Estado Judío fue una nación centroamericana de 17 millones de personas. Siete décadas después la historia se ha repetido: dos días después de que EE.UU. trasladara oficialmente su embajada a Jerusalem, Guatemala hizo lo mismo.
De la misma manera en que Guatemala jugó un papel fundamental en promover la legitimidad internacional de Israel hace 70 años, hoy en día continúa siendo un actor de primera línea en el fortalecimiento de su proyección en América Latina
Fue durante el mandato del presidente anterior, Jimmy Morales, que las relaciones entre las dos naciones llegaron a su punto culminante con la decisión de reconocer a Jerusalem como la capital israelí. Y todo apunta a que seguirán mejorando. El mes pasado, el entonces presidente electo Alejandro Giammattei quien esta semana ha sido inaugurado, anunció que Guatemala se uniría a los países latinoamericanos que han designado oficialmente a Hezbollah como una organización terrorista.
“Nosotros no olvidamos a nuestros amigos y aliados”, dijo Mattanya Cohen, embajador israelí en Guatemala y Honduras. “Puedo decir que, a lo largo de los 72 años de relaciones diplomáticas, estas siempre fueron caracterizadas por la amistad y la cooperación”.
Este espíritu de colaboración ha sido marcado por el apoyo incondicional a Israel por parte de Guatemala en foros internacionales, incluyendo la Organización de las Naciones Unidas. “No es un secreto que Israel sufre en dichos organismos, pero Guatemala siempre ha estado a nuestro lado”, dijo Cohen. Por su parte, Israel ha brindado ayuda humanitaria a los guatemaltecos en momentos críticos.
“Cuando ocurrió la tragedia de la erupción del Volcán de Fuego, Israel fue uno de los primeros países en enviar una delegación de médicos para ayudar a tratar a los heridos, muchos de los cuales sufrieron quemaduras graves”, dijo Cohen, agregando que están finalizando un proyecto para construir casas para los damnificados.
Además, decenas de expertos israelíes en las áreas de tecnología, medicina, agricultura, salud, educación, turismo y purificación de agua han estado en Guatemala dictando cursos, dando asesoría técnica y ayuda humanitaria. Al mismo tiempo, miles de profesionales guatemaltecos fueron becados y viajaron a Israel para participar en cursos de capacitación en estos mismos campos.
“El amor por Israel es algo que está en el ADN guatemalteco”, dijo Ilan López, Director Ejecutivo de la Comunidad Judía de Guatemala. López es de origen venezolano y vivió el antisemitismo practicado por el gobierno chavista antes de irse del país en 2010, algo que dice es inexistente en Guatemala. “Esto creo que no existe en ninguna otra parte de la región latinoamericana”, agregó, remarcando también que es refrescante que esta lacra ente ausente en un entorno global caracterizado por el incremento del antisemitismo.
Efectivamente, la comunidad judía guatemalteca tiene más de 100 años de vida, y en un momento donde se han visto enormes brotes de antisemitismo alrededor del mundo, los judíos de Guatemala no han tenido que lidiar con ese tipo de odio.
Aunque en Ciudad de Guatemala se organizó una protesta contra la decisión de trasladar la embajada guatemalteca a Jerusalem, López dijo que las manifestaciones apoyando la decisión fueron más numerosas y tuvieron mayor impacto. Las marchas, que ocurrieron tanto en la capital cómo en otras ciudades, celebrando la buena relación con Israel, se llevaron a cabo el 14 de mayo, fecha que en 2018 fue conmemorada por el Congreso de Guatemala con un decreto declarándola Día Nacional de Amistad con Israel. En su implementación el año pasado, las escuelas públicas del país incorporaron una hora de estudios sobre Israel, un país del cual muchos estudiantes no sabían casi nada.
Ese mismo año, con motivo de dicho decreto de amistad, AJC colaboró con la comunidad guatemalteca en un programa para estudiantes de todo el país, quienes se familiarizaron con aspectos centrales de la relación entre Israel y Guatemala, participando en un concurso para poder visitar el Congreso de la Nación.
“Para muchos de estos niños, era la primera vez que salían de sus aldeas, que se montaban en un autobús y venían a la ciudad”, contó López sobre la experiencia que AJC y la comunidad les brindaron. “Para nosotros fue muy bueno contar con dicha ayuda porque nos permitió poder llevar a cabo una actividad a la altura de lo que estos niños se merecían”.
Esta no fue la primera vez que AJC colaboró con la comunidad guatemalteca y reconoció la importancia que la nación centroamericana tiene en la promoción del buen vínculo con Israel en la región.
En el Foro Global (Global Forum) de junio de 2018, que tomó lugar por primera vez en Jerusalem, AJC conmemoró el importante papel que el embajador guatemalteco Jorge García-Granados tuvo en reunir apoyo de países latinoamericanos para la creación de Israel. Su nieta, Carla García-Granados, estuvo presente y celebró 70 años de amistad entre Israel y Guatemala.
AJC también ha apoyado constante y arduamente una reforma migratoria que beneficiaría a cientos de miles de guatemaltecos viviendo en EE.UU., y a miles de menores actualmente detenidos.
Nueva administración, ¿nueva política?
Dos días después de su inauguración, el presidente Giammatei tiene planeada una reunión con dirigentes de la comunidad judía. Según López, esto habla volúmenes de la dirección que su gobierno estará tomando en temas de interés en la agenda judía local e internacional.
Parece ser que su intención es no solo consolidar sino hacer crecer aún más la colaboración cercana entre Guatemala e Israel. Tras su victoria en las urnas, el presidente electo declaró públicamente que la embajada guatemalteca en Israel permanecerá en Jerusalem, y el embajador Cohen afirmó que durante la campaña Giammatei le aseguró que continuaría en la misma senda de amistad.
En diciembre, todavía como presidente electo, Giammattei viajó a Israel por primera vez. Fue ahí donde anunció su intención de designar oficialmente a Hezbollah cómo organización terrorista. Durante su visita, se reunió no solo con integrantes del gobierno y el presidente israelí, Reuven Rivlin, sino también con empresarios israelíes que tienen interés en invertir en Guatemala e importar tecnologías, dijo Cohen, quien participó en el viaje.
Cohen espera que se firme un tratado de libre comercio entre los países con el fin de impulsar un intercambio comercial más amplio,
Lo que se vive en Guatemala con respecto a Israel es una situación única en Latinoamérica, afirma López. “Aquí la relación es muy importante… es un tema de agenda nacional”. Es de esperarse que estos lazos históricos y siempre crecientes, basados en afinidades valóricas e intereses compartidos, puedan ser replicados en muchos otros países de la región.