El primer país en apoyar la creación de un Estado Judío en 1947 fue EE.UU. Y quien inmediatamente le siguió los pasos de reconocer al Estado Judío fue una nación centroamericana de 17 millones de personas. Siete décadas después la historia se ha repetido: dos días después de que EE.UU. trasladara oficialmente su embajada a Jerusalem, Guatemala hizo lo mismo.